miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cuarenta y cuatro quirasoles



Cuarenta y cuatro años como cuarenta y cuatro quitasoles, intenta imaginarlas en una habitación y la llenan entera, salen de todos los jarrones y el amarillo chillón casi siega…el espejo no sé porque sigue a la suya que la cosa no esta muy mal , que los ojos tienen todavía mucho brillo….., que no hacen falta muchas cosas para sentirme bien, los tacones, leí que son uno de los barómetros mas claros cuando empiecen a bajar, chungo, pues nada seguimos entre 8 y 10 cm, para no desentonar.



Pasa algo extraño, estoy segura que me siento mucho mejor que cuando estaba de 20 y algo muy poco peor que de treinta y cuando cojo un avión solo para fin de semana hasta Boloña por ejemplo para tirarme unas charlas- risas con las amigas de todo el mundo y bajo por escaleras solo con el bolso de mano me siento tan libre, tan segura, tan joven, que empiezo a bailar el baile de las quitasoles.

Hay una tienda en Madrid que cada vez cuando entro me regalan una flor, pequeñita y de colores con aroma de jabón, me la pongo en el pelo y noto algo bonito por dentro. La ultima fue un pequeñito quitasol, tan pequeño que casi desaparece entre el rojo de mi pelo…